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viernes, 8 de diciembre de 2017

No existe ningún tipo de regulación sobre la incidencia en la salud del uso de los nanomateriales

No existe ningún tipo de regulación sobre la incidencia en la salud del uso de los nanomateriales
La FDA demandada por falta de supervivisón y etiquetado de los productos con nanomateriales
 Por Rady Ananda, 6 de enero de 2012
Activist Post
 
 Por primera vez se ha presentado una demanda ante los Tribunales de los Estados Unidos por los riesgos del uso de la nanotecnología por varios grupos contra la Food and Drug Administration (FDA) por su falta de respuesta ante una petición de 2006 en la que se exigía que los productos con nanomateriales llevasen un etiquetado que certificase su seguridad.
Dirigidos por el Centro Internacional de Evaluación Tecnológica (ICTA), entre los demandante también se encuentran Amigos de la TierraFood and Water Watch, el Centro de Salud Ambiental, el Grupo ETC, y el Instituto de Agricultura y Política Comercial (IATP).
Es inaceptable que la FDA siga permitiendo que los nanomateriales no estén regulados y sin etiquetar, siendo productos que los consumidores utilizan cada día”, dijo Wenonah Hauter, directora ejecutiva de Food & Water Watch. “Es hora de que este organismo esté a la altura de su misión y proteja la salud pública  mediante la evaluación de los riesgos sanitarios y ambientales de los nanomateriales, y para exigir un etiquetado que informe a los consumidores de que se están utilizando estos nuevos materiales”.
Según se refleja en la literatura científica aparecida hasta el momento, varios cientos de productos deben ser retirados del mercado debido a su toxicidad para los animales de laboratorio y las bacterias.
Gran parte de las quejas de basan en el hecho de que siendo los nanomateriales productos patentados y presentando características únicas por su tamaño, siendo por tanto nuevas sustancias, requieren de una regulación y de pruebas de seguridad. Los demandantes exigen una retirada de todos los productos hasta que su seguridad haya sido demostrada.
Los grupos de consumidores, incluyendo a algunos de los demandantes, también presentaron peticiones para que se regule la nanotecnología como ya hizo la Agencia de Protección Ambiental en 2006 y en 2008, según informa Chemical Regulation Reporter.
La Nanotecnología es la ciencia que manipula materiales a escala atómica o molecular, en el orden de mil millonésimas de metro. La Ingeniería Nanotecnológica de materiales (NEM) se utiliza en los alimentos, en los cosméticos (incluyendo la pasta de dientes y la crema solar), en medicamentos, en fertilizantes y en productos de limpieza para el hogar, pero no existe ningún tipo de regulación. También se encuentran en los helados, se añaden a las sustancias que recubren frutas y verduras, e incluso en latas y botellas, según informó Andrew Schneider en 2010 en sus explicaciones sobre esta nueva tecnología.
La Nanotecnología se utiliza en procesos industriales y aplicaciones militares, incluyendo aviones, equipos de combate y pequeños dispositivos de vigilancia en miniatura. El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha gastado miles de millones de dólares en I+D. En su Informe del año 2007, la nanotecnología decía utilizarse en la “ defensa contra la guerra química y bacteriológica; en materiales de alto rendimiento para las plataformas de armamento; en tecnología de información; en la llamada rompa inteligente; en nuevas formas de energía y en materiales energéticos, en satélites. (Véase también el Plan Nacional de Nanotecnología Estratégica de 2011).
En junio de 2011, tanto la FDA como la Agencia de Protección Ambiental (EPA) emitieron un proyecto de directrices sobre la Nanotecnología. Aunque los pesticidas con nanomateriales ya están en el mercado, la EPA emitió su primera aprobación el mes pasado (diciembre de 2011). La firma suiza HeiQ vende compuestos con nanoplata y nanosílece para su uso en prendas de vestir (para reducir el olor), siendo aprobado por la EPA.
Tras la publicación voluntaria de las directrices por la FDA, Alliance for Natural Health exigió de inmediato que los nanomateriales no tuviesen la certificación de productos ecológicos, como ocurre en Canadá.
La FDA no ha hecho nada para regular la Nanotecnología desde el pasado mes de junio. Al contrario, la FDA ha negado de forma absurda que se estén vendiendo alimentos que contengan nanomateriales:
No es cierto, dicen algunos expertos de la agencia, señalando estudios científicos publicados en revistas sobre ciencias de la alimentación, en los informes de otras agencias de seguridad y en los encuentros de la conferencia del Instituto de Tecnología de la Alimentación”, dice Schneider.
Varios de los demandantes han elaborado informes sobre la Nanotecnología, incluyendo a la IATP, el Instituto de Agricultura y Política Comercial. En Racing Ahead: U.S. Agri-Nanotechnology in the Absence of Regulation, la IATP señala que existen más de 1300 productos en el mercados que contienen nanomateriales. Existían unos 200 en 2006, y siendo conservadores el número puede aumentar a 3400 en 2020. El grupo ETC estima en 1600 los productos con nanomateriales en su informe de 2010: The Big Downturn? Nanogeopolitics.
El Proyecto sobre Nanotecnologías Emergentes (PEN), una asociación, Pew Charitable Trusts, y el Centro Internacional Woodrow Wilson, un centro de investigación del Gobierno de Estados Unidos, señalan que no existe peligro de incluir ingredientes y materiales a nanoescala en los productos y en los procesos industriales.
Es preciso un registro, así como de los productos de consumo”, aconseja la IATP, “con sus componentes para una eventual regulación de la nanotecnología”.
Mientras tanto, algunos productos con nanomateriales se pueden encontrar con la aplicación de PEN para el iPhone, que despliega un Inventario de Productos de Nanotecnología.
 
El tamaño sí es importante
Hay una relación de dependencia entre el tamaño y la toxicidad de las nanopartículas y la superficie, ya que las partículas son extremadamente pequeñas, siendo más propensas a ser tóxicas”, es lo decía que un demandante en su petición de 2006. “Muchos productos químicos relativamente inertes y estables, como el carbón, representan riesgo de toxicidad a nanoescala”.
Ya señaló el científico Ellin Doyle que las nanopartículas son capaces de cruzar la barrera hemato-encefálica. En el año 2006, publicó una revisión sobre la literatura que hacía referencia a la Nanotecnología: “Las nanopartículas son fácilmente absorbidas por muchos tipos de células cuando se cultivan in vitro, pudiendo atravesar la barrera hemato-encefálica y dañar el cerebro”.
A pesar de ello, en 2006, la FDA determinó que “el tamaño de las partículas no es un problema” para la regulación. La Química básica nos dice lo contrario. A escala tan pequeña, las características electroquímicas hace que una partícula interaccione con las sustancias cercanas, incluyendo virus, bacterias y el ADN. El tamaño nanométrico indica que hay más átomos en su superficie que dentro de la propia partícula.
Tanto la Oficia de Patentes de Estados Unidos como Iniciativa Nacional de Nanotecnología, y la National Science Foundation, refutan la postura de la FDA, explicando que el pequeño tamaño de las nanopartículas les permite tener “características novedosas y únicas” que afectan no sólo a las interacciones electroquímicas, sino también ópticas, fotorreacciones, magnéticas, bioacumulación, toxicidad y carácter explosivo.
El aluminio nanométrico, un ingrediente que se sospecha se encuentra en las estelas químicas, se ha demostrado que entra en combustión de forma espontánea. Texas-based Quantum Logic Devices posee la Patente Nº, 7.338.711 que consiste en un “acelerador mediante nanocompuestos que mejora la combustión”, para su uso en combustibles, propulsores y explosivos.
En su informe de 2007, el Grupo de Trabajo sobre Nanotecnología, admite que finalmente la FDA se retractó: “A esta escala las propiedades de los materiales podrían afectar a la seguridad y la eficacia de los productos podría cambiar a medida que entramos en la escala nanométrica”.
Peligros de los nanomateriales
Además existen otros estudios que muestran el daño inducido por las nanopartículas como se recoge en la demanda de 2006, como los 10 estudios en la lista presentada por la ETC, desde 1997 a 2004, y que recogen daño en el ADN y cerebral, disfunción pulmonar y bioacumulación (según el cual las lombrices y otros animales absorben, inhalan e ingieren las nanopartículas y pasan a la cadena alimentaria).
Esto es especialmente significativo en la nanopolución, que crece a medida que se lanzan miles de toneladas de nanomateriales al medio, según señalan Amigos de la Tierra en su informe de 2006: Nanomaterials, sunscreens and cosmetics (Más estudios se pueden encontrar en el Informe FOE).
ETC también se refiere a estudios que muestran que las nanopartículas pueden descomponerse dentro del organismo produciendo un envenenamiento por metales, atravesando la placenta de la madre y afectando al feto.
Un estudio británico de 2010 confirmó que partículas del orden 100 nm plantean riesgos para la salud, ya que pueden acceder a cualquier parte del cuerpo, incluso pueden penetrar en el núcleo de las células donde se encuentra el ADN.
Tan fuerte como el acero, los nanotubos de carbono actúan como el amianto, que causa cáncer de pulmón. Este informe FOE también cita los daños renales en animales de laboratorios expuestos a los nanomateriales.
Bajo las directrices de 2011, la FDA considerará las partículas de 1 a 100 nm de tamaño hasta un micrón, si los productos finales “exhiben propiedades, físicas, químicas o biológicas, que sean atribuibles a sus dimensiones”.
Ignorando la regulación sobre la nanotecnología en los últimos años, la FDA y la EPA han permitido la proliferación de los nanomateriales en los productos de consumo. Al igual sucede con la negativa a etiquetar los alimentos modificados genéticamente, convirtiendo a los consumidores en animales de laboratorio para la Industria Biotecnológica. Esperamos que esta demanda impulse las pruebas de seguridad necesarias para eliminar del mercado los productos peligrosos.
Rady Ananda es una periodista de investigación e investigadora en las áreas de salud, medio ambiente y política y libertades civiles. Dispone de dos sitios web: Freedom FoodCoto Report.
Información de la Comisión Europea sobre Nanotecnología:
Pregunta en el Parlamento Europeo de la Parlamentaria Elena Oana Antonescu (PPE), el 6 de mayo de 2010. La pregunta por escrito dice exactamente:
Numerosos productos utilizados en el hogar, desde colorantes hasta vitaminas o cosméticos, contienen nanopartículas de sustancias o elementos químicos. No obstante, los fabricantes no tienen la obligación de indicar en el envase si estos productos contienen nanopartículas o no, a fin de hacer una elección bien fundamentada en la información.
Algunos estudios científicos recientes demuestran que la exposición a nanopartículas de dióxido de titanio y de zinc, que se hallan en estos productos, conduce a inestabilidades genéticas e inflamaciones que incrementan el riesgo de desarrollar alguna forma de cáncer(1). Otras aplicaciones incluyen nanopartículas de zirconio y cerio utilizadas como aditivos en materiales dentarios, o bien fosfatos tricálcicos usados en implantes ortopédicos y nanopartículas de argento utilizadas en productos textiles. Una gran parte de la actividad investigadora desarrollada actualmente en el desarrollo de productos y materiales nuevos se concentra en aprovechar las ventajas que pudieran aportar las nanopartículas para aumentar la efectividad o reducir los costes de un producto.
Habida cuenta del creciente interés de la industria en la utilización de nanopartículas en los productos manufacturados, es importante que su introducción en el mercado no se apremie por motivos económicos antes de que los efectos sobre la salud hayan sido suficientemente clarificados para la seguridad de los consumidores. Los ejemplos arriba mencionados demuestran que algunos productos que contienen nanopartículas han conseguido acceder al mercado antes de que estudios especializados señalaran sus posibles efectos negativos sobre la salud.
1. ¿Qué acciones ha emprendido la Comisión en el caso de aquellos productos con nanopartículas que ya están en el mercado y cuya nocividad para la salud ha sido demostrada en estudios científicos posteriores?
2. ¿Se ha respectado el principio de cautela en el caso de los productos con nanopartículas que pueden tener efectos perjudiciales para la salud y que han sido introducidos en el mercado con anterioridad a que se conozcan sus efectos?
3. ¿Es suficiente el marco legislativo actual para afrontar los problemas específicos de los productos que contienen nanopartículas, o tiene previsto la Comisión alguna iniciativa legislativa para modificar la legislación REACH obligando a los fabricantes a especificar si sus productos contienen nanopartículas?

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